La libertad de la montaña

¿Qué es lo que más nos gusta del viaje, de la montaña y la aventura? Es la sensación de libertad que nos proporciona. El ensanchamiento, la amplitud de las emociones y la poderosa sensación de que estamos vivos. Nada es igual, ni nada se parece. Amantes impresionados frente a las magníficas montañas escarpadas, fiordos, lagos y bosques; nos adentramos con pasión, sin miedo por sus senderos irregulares.

Una figura de la escalada y el montañismo que mejor representa esta sensación de libertad y armonía con los elemento es la genial escaladora y alpinista Catherine Destivelle. Cuando contemplamos alguna de sus grabaciones como la de su free solo en Moab Utah de 1992 no podemos dejar de admirar sus movimientos. Aguantando la respiración esperamos su gloriosa llegada a la cima. En una actitud tranquila y sencilla se sienta sobre ella y contempla la tarde bajo los chillidos del águila. No es su único free solo. Es una de las pocas escaladoras (hombre o mujer) que sobresale, ejecutando magníficamente este género de escalada. Realiza cinco en su carrera. El primero de ellos en “El Puro” en Las Peñas de Riglos, en la Hoya de Huesca, Aragón, España.

En la década de los 80 en las competiciones se encontró con otra de las grandes figuras de la escalada, Lynn Hill. En 1988 es proclamada campeona mundial de escalada deportiva.

En los años 90 se centró más en su carrera como alpinista. Hace escalada de roca y hielo en solitario. Cuenta con seis ascensiones en solitario en los Alpes, convirtiéndose en la primera mujer en hacerlo. En una de esas ascensiones, en 1991 abrió una nueva ruta en 11 días a la que se llamó por su nombre. Convirtiéndose en la primera vía en roca nombrada por una mujer.

Al mismo tiempo se relacionó con otros grandes montañeros de su tiempo y absorbió las innovadoras corrientes teóricas y filosóficas sobre el alpinismo de su época. Como fruto de todo ello estuvo presente en cuatro expediciones que planteaban nuevos, bellos y grandes retos. Una de ellas fue subir el “Peak 4111” en la Antártida.

En la actualidad escribe, edita y da charlas sobre la escalada y la montaña. Un buen ejemplo de ello es su libro autobiográfico Ascensiones de 2004.

Su espíritu libre, su voluntad y pasión es de gran inspiración para todos nosotros. El amor hacia la montaña y el contacto directo con ella es algo que nos une. Pocas cosas nos procuran tanta felicidad como alcanzar una cima o recorrer una ruta en perfecta comunión con lo que nos rodea.